María Grande al Día

El crecimiento de las instituciones deportivas  suele ser acompañado por problemas que van surgiendo a la par del mismo. Los inicios tienen mucho en común, arrancando con pequeñas ideas o acciones, que se van concretando paso a paso para la construcción de las instalaciones necesarias; siempre luchando, siempre creciendo, con mucho esfuerzo, mucho tiempo comprometido para hacer cosas. Siempre la misma rueda: Nuevas ideas, nuevos esfuerzos, nuevas obras.

Siempre prima el esfuerzo, mientras las formalidades suelen quedar más atrás, para otro momento. Con la tranquilidad de obrar correctamente, siempre se piensa que todo está bien, que jamás nadie va a hacer problemas.

El Club Litoral, por ejemplo, concretó años atrás una operación inmobiliaria a dos tiempos (consistente en la venta de 1500 metros de terreno, para comprar con el mismo dinero otros 16700 metros), con el riesgo que implicaba comprometer la compra del terreno nuevo y vender después el más chico.

Importantísima operación. Y tanto o más que por la tenencia en sí de esa mayor superficie, por el hecho de mostrar un grupo  dirigencial dispuesto a cosas mayores.

Buen negocio. Todo bien. Pero la exención del impuesto a las ganancias estaba vencida de muchos años (Un derecho por ley nacional, pero que requiere su trámite). Y había que esperar tres ejercicios neutros para recuperar la inscripción.

Y vino la asamblea del año 2014, los cuestionamientos, etc. Los reclamos de los disidentes (perdedores de la interna de renovación de Comisión Directiva) llegaron luego a la Inspección de Personas Jurídicas, al Tribunal de Cuentas de la Provincia y a la Administración Federal de Ingresos Públicos  (AFIP). Fueron desechados en todas esas instancias. Pero la dirigencia del Club tuvo que transitar difíciles circunstancias para su estado de ánimo.

Esa dirigencia celebra hoy haber superado uno a uno esos escollos; el último ante la AFIP que en resolución reciente (del día 3 de agosto corriente) cierra el tema con la emisión del Certificado 4852015332231 que restituye a la Institución la exención del Impuesto a las Ganancias, elemento indispensable para seguir avanzando. Augurio de buenos tiempos.

Eduardo Bruno