María Grande al Día

Esta edición de la Fiesta de disfraces fue diferente a las anteriores. Mucho más grande, mas convocante y un inusual movimiento de público más allá del evento en sí. Ya en las últimas horas de la tarde se empezaban a ver jóvenes en las calles de la ciudad, ataviados para la ocasión. Y pocas horas más tardes, en algunos puntos neurálgicos con la Plaza del Centenario, se agolpaban cientos de chicos y chicas anunciando su presencia en el evento que tendría lugar en la Rural. De a poco el público se empezó a encaminar hacia ese lugar, distante a unos 3 kms. Del radio urbano. Resultaba llamativo ver a los más diversos disfraces, algunos muy bien elaborados y otros, claramente improvisados, pero todos con el mismo entusiasmo y las mismas ganas de pasarla bien. Se estima que alrededor de 10.000 personas estuvieron en la Fiesta, lo que marca para nuestra ciudad  todo un record de presencia de público en un mismo lugar. Seguramente con cosas por ajustar o por corregir, queda claro que el evento ha ganado en calidad, convocatoria y trascendencia, y que esta para quedarse por mucho tiempo. El reloj municipal, «vestido alegóricamente», marca simbólicamente la relevancia de un acontecimiento que ya dejo de ser solo de María Grande, sino que es algo más de lo que nuestra ciudad brinda como atractivo a toda una gran región, incluida la propia capital provincial. Un trabajo con varios actores importantes, los organizadores, Municipio, policia, bomberos, la Sociedad Rural, trabajadores de varios rubros, personal sanitario. Todos se merecen el reconocimiento, por haber hecho posible algo que como mariagrandense nos debe poner contentos y satisfechos por la capacidad de organización que se demuestra.