María Grande al Día

Nuestra alarma y preocupación está muy bien fundada. No existen aquí las chicanas ni las operaciones. La situación es muy seria. El pasado mes de julio el Ministro de Economía de la Nación, Nicolas Dujovne, en reunión con sus pares provinciales, les anunció el fenomenal plan de ajuste del Gobierno Nacional que, sin anestesia, las provincias deben ejecutar, entre ellas, también Entre Ríos.
En dicho cónclave se exigió a los estados provinciales la renuncia al Fondo Nacional de Vivienda -FO.NA.VI.- (creado por Ley en 1970), siendo este el único recurso que ingresa directamente por coparticipación federal a los Institutos de Vivienda de las provincias y que durante casi 50 años ha financiado la construcción de viviendas sociales en todo el país.

En el caso del I.A.P.V. este fondo representa más de un tercio del volumen total disponible para que la familia entrerriana acceda a una casa propia y a un costo razonable.
En otras palabras, se pulveriza la política habitacional a escala federal y provincial, el IAPV quedaría desfinanciado casi por completo, y una generación entera de trabajadores sería condenada a la resignación, transformando en un privilegio o en un “don” del mercado lo que por décadas el estado concibió como un derecho: un techo digno.
Este brutal ajuste repercute también en el personal del I.A.P.V. que ha manifestado su profunda preocupación debido a que esto se traducirá en una fuerte caída en la construcción de nuevas viviendas y en consecuencia, en un desplome de las fuentes laborales asociadas a la actividad. No sólo no se creará nuevo empleo sino que, según estimaciones del sector, se perderían entre 8.000 y 10.000 puestos de trabajo directos e indirectos. Podemos imaginar el impacto social de este desastre?

No profundizaremos en esta ocasión –ya lo hicimos hace pocos días- sobre la mega deuda de casi 500 millones de pesos que la Nación mantiene con nuestra provincia desde el inicio de la gestión Macri. Ese agujero en el presupuesto para la construcción de viviendas ha sido llenado con recursos provinciales para no paralizar obras y comprometer el trabajo de nuestra gente.
El IAPV cumple 60 años desde su creación y cuenta con profesionales y empleados de trayectoria, responsables de 48.000 soluciones habitacionales para los entrerrianos en estas décadas, algo de lo que debemos estar orgullosos. Los dineros del FONAVI provienen de una alícuota que se aplica sobre la venta de los combustibles líquidos y aunque el precio de los mismos sea exorbitante y no deje de aumentar, los argentinos, por necesidad, seguirán llenando el tanque. La Nación se quedaría con toda la masa de recursos y Entre Ríos sin los fondos que por ley le pertenecen para seguir construyendo sueños.