María Grande al Día

de estos años, elijo pensar que se trata de una oportunidad para desarrollar más y mejor el compromiso que asumí con los ciudadanos de mi provincia, y de mi zona en particular, que fue el de llevar a la Legislatura las demandas, las necesidad y las aspiraciones de mis vecinos.
No pretendo distraerlos con un resumen de los proyectos de ley presentados, ni de las gestiones realizadas, ni de los aportes en comisión formulados para mejorar ideas de otros legisladores. Sí pretendo decirles, brevemente, que en estos cuatro años trabajé diariamente en la función legislativa, con entusiasmo pero también con dedicación, predisposición y tenacidad.
En cuatro año tuve satisfacciones legislativas importantes, como lo fue por ejemplo la sanción de una ley que estableció un marco para la videovigilancia en la provincia de Entre Ríos, constituyendo un marco ordenador completo y moderno en la materia; o la sanción de un proyecto que permitirá la regularización dominial de la vivienda única también de miles de entrerrianos, además de otros proyectos de índole fiscal, transformados en leyes, que permitieron optimizar el sistema de recaudación de nuestra Provincia. También hubo algunas iniciativas que tuvieron media sanción legislativa como la ley de apicultura, la ley que regula la publicación de avisos previendo la trata de personas entre otras.
Existieron propuestas que no llegaron a concretarse en una ley, y sobre las que igualmente se trabajó mucho. Por citar dos casos, la implementación de la entrega del botón de pánico a las mujeres que resultaban víctimas de violencia de genero, iniciativa que impulsé a principios de 2012, cuando tal vez la situación no tenía la visibilidad que tiene hoy; o el proyecto para establecer un boleto estudiantil gratuito para el transporte público de todos los estudiantes en todos los niveles de escolaridad en la provincia.
Y así como hubo leyes, pensadas para favorecer la vida de cientos o miles de coprovincianos, como lo fueron proyectos que apuntaron a lograr más inclusión equidad y justicia como la gratuidad en el transporte de las personas que padezcan VIH, con tratamiento de hemodiálisis o sean pacientes oncológicos, ley de turismo accesible, ley de policía ambiental, apoyo a jóvenes empresarios, el plan del acceso a la tierra y la inclusión habitacional, ley de comunas, de promoción del deporte, de expropiaciones, entre otras, se realizaron cientos de gestiones para escuelas, clubes, cooperadoras o simplemente para algún entrerriano que golpeó la puerta de la oficina, llamó por teléfono o de alguna manera nos contó de sus necesidades. El apretón de manos o el abrazo emocionado son un recuerdo que llevaré siempre en mi corazón, más allá del paso del tiempo, tanto cuando pudimos dar una respuesta como cuando no se pudo. Incluso en esos casos, tengo la tranquilidad de haber atendido a esa persona y haber intentado resolver la situación.
Hubo también, quiero recordarlo -aunque con ello incumpla el objetivo de la brevedad- situaciones en las que el tiempo nos dio la razón, como fue haber impulsado, por abril del 2012, iniciativas para que la Caja de Jubilaciones de la Provincia reclamara por el recorte de la coparticipación federal, tema sobre el que hace unos días un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación ordenó devolver esos montos.
En síntesis, no hubo descansos en estos cuatro años durante los que tuve el alto honor de ser Diputado Provincial. Y no se trata de ningún mérito, fue, sencillamente, cumplir con mi obligación. Y por eso siento un sano orgullo por haber sido reelecto para el cargo, porque interpreto que mis vecinos confiaron en mí para seguir representándolos. Y, por eso, como decía al principio de esta carta, mi objetivo para el nuevo período legislativo es desarrollar más y mejor el compromiso asumido. Quiero que cualquier entrerriano pueda interpelarme por mi tarea legislativa y tener la tranquilidad de poder responder con franqueza sobre lo realizado. Ese es mi compromiso; mi renovado compromiso.