María Grande al Día

1. Ni Milei, ni Massa tienen un plan económico serio e integral a implementar a partir del 10 de diciembre. Lo de Milei, que debería ser su fuerte por tratarse de un economista, resulta ser un rejunte heterogéneo de postulados económicos de distintas escuelas que se anulan entre sí. La nave insignia de la deslucida propuesta, dolarización y cierre del banco central, es calurosamente rechazada POR SU PROPIO EQUIPO, máxime ahora que se sumaron elementos del Macrismo -que ya no es casta, ni empresario prebendario-.

2. El planteo económico de Massa es una apuesta a una buena campaña de cosecha gruesa en 2024, revertir el absurdo déficit energético por la operatividad del gasoducto de Vaca Muerta, renegociar deuda con el FMI y con los bonistas privados y, proyectar un presupuesto sin déficit que luego no se cumple.

3. En términos estrictamente políticos, interesa la propuesta de Massa de un gobierno de unidad nacional, al estilo propuesto por José Manuel De La Sota en 2018, quien en ese momento redobló la apuesta al afirmar “yo sería presidente de un solo período, de transición”, lo cual es una forma de hacer creíble la invitación a apoyar el eventual gobierno. Hoy, lamentablemente, no contamos con la figura del cordobés, pero si tal vez con la inspiración de su propuesta: o somos todos o no hay salida y, por importante que un presidente se piense, luego de 4 u 8 años se va a la casa y lo único que importa es el legado de su gobierno.

4. De darse el triunfo del campamento libertario, cooptado a su vez por el macrismo núcleo -que ya no son montoneros tira bombas en jardines de infantes-, los términos de convivencia política pública se complicarán aún más -sí, pueden ser peores-. Concederemos la máxima magistratura del país a una persona que piensa que:

a. el proceso militar cometió “excesos” al torturar personas -que debieron ser juzgadas por la justicia federal- hasta la muerte o, arrojarlas vivas desde un avión al río de la plata. Tranqui.

b. propone privatizar mares territoriales incluida su flora, fauna -y jugosos prospectos petroleros y gasíferos que es claro lo que más les interesa-.

c. piensa que es viable un mercado económico de órganos y tejidos humanos, en un país con el 70 % de pobreza en menores de 18 años -entiéndase, aunque la pobreza sea cero es un delirio impracticable, más aún lo es si puede generar un mercado negro que implique secuestros y desapariciones de menores vulnerables-

d. quiere terminar con aquello que hace que argentina sea motivo de orgullo para quienes nacemos, habitamos o para quienes deciden habitar este territorio: educación y salud pública y gratuita. Aviso: la educación pública es la de Sarmiento, que hasta donde sé no era un ferviente peronista, ni fanático kirchnerista.

e. Malvinas tal vez sea el único acuerdo tácito que tenemos y respetamos el 97 % de los habitantes del país. Si Milei gana el balotaje el domingo, tendremos un presidente que cree que Margaret Thatcher es una admirable prócer. Mujer que prefirió una guerra que significó sangre de sus nacionales para intentar salvar su gobierno y, ordenó el hundimiento del ARA Belgrano, en contra de la sugerencia firme -y harto documentada- de sus oficiales navales solo para dinamitar las avanzadas negociaciones de paz que llevaba adelante el presidente de la República de Perú, porque esto hubiera significado el final de su gobierno.

5. De obtener el triunfo Massa, da la idea de un retroceso del kirchnerismo, tal vez recluido en Provincia de Buenos Aires. Siendo optimistas, cedería la clave de grieta que determina la escena pública de los últimos 15 años. De paso jubilamos a Macri. Ofertón. La atención deberá estar fijada en no crear una nueva hegemonía política y cultural que determine la escena pública. Esto no le es funcional a nadie, salvo al dueño de la nueva hegemonía.

6. De obtener un triunfo Milei, la clave de su gobierno será separar los “buenos de los malos”, siendo los buenos -en principio- los libertarios y macristas y, los malos todos los que se opongan. O los que decidan caóticamente, día a día, Javier, Karina o Conan. ¿les suena? ¿no sé parece mucho a recientes procesos políticos que en parte nos pusieron en donde estamos? “no se puede esperar resultados distintos si hacemos lo mismo de siempre”, diría Javier. Obviamente esto terminaría en un fracaso que nos conduciría al regreso del… (pista: comienza con K).

7. Milei será presionado y demandado fundamentalmente por esa base del 25 % del padrón que -inocentes o hartos por muy buenos motivos- creen que él puede encontrarle la salida al laberinto. Cuando en marzo del 2024 te pidan resultados mágicos, explicales vos Javier.

O sea, a ver, digamos: tal vez es cierto que estamos en la elección más importante de los últimos 100 años. Este país no explotó el verano pasado, con 4 meses de 40 grados de temperatura, porque Emiliano Martinez -alias “Dibu”- puso bien el pie y después atajó dos penales. Estamos al borde del abismo, afortunadamente sin sangre en la calle -que triste consuelo-. Olvidate de Massa y de Milei, elegí entre violencia y grieta o, política como forma de resolver conflictos y dirimir intereses múltiples en un momento histórico determinado. Y sea el que sea, votale en contra en las próximas elecciones, que entienda que no es el nuevo dueño de la escena pública.

Tal como hizo Macri hasta que obtuvo el triunfo en 2015, tal como lo hizo Trump, Bolsonaro y Le Pen, Milei agita hoy el fantasma del fraude. A pesar de lo que se diga, nuestro sistema electoral es de los más transparentes y seguros del mundo y, obtiene en cada elección altísimos niveles de participación. Segundo aviso: es el sistema de la Ley Sáenz Peña que se aprobó en 1912, por presión y movilización de la UCR, Perón tenía en ese momento 17 años.

Ahora toca esperar el resultado, hay mucho en juego. Pase lo que pase el año que viene será igual o peor que el actual, se trata de elegir la dirección hacia la que queremos ir.