María Grande al Día

Si bien la grilla de programación comienza a las 16 del miércoles con una función infantil y continúa durante la jornada con cortometrajes y cine entrerriano, la película que tiene como tema central el juicio a los genocidas de la última dictadura cívico militar desde el punto de vista de la fiscalía, será el plato fuerte del día. Dirigida por Santiago Mitre, con guion del mismo director junto a Mariano Llinás, esta obra fue vista por más de un millón de personas desde su estreno en salas de cine, el 29 de septiembre de este año. De gran éxito en diversos festivales internacionales, también la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina la eligió como candidata a los Premios Oscar de 2023.

Argentina, 1985, ambientada en un clima de amenazas y hostigamiento, se centra en el fiscal Julio César Strassera (interpretado por Ricardo Darín) y su ayudante Luis Moreno Ocampo (Peter Lanzani), quienes crean un grupo de investigación integrado por jóvenes inexpertos para llevar adelante el proceso judicial más importante de la historia argentina: condenar a los principales responsables de la última dictadura cívico militar. Este juicio se produce a menos de dos años de terminado el régimen que aplicó un plan sistemático de exterminio a través del terrorismo de Estado. La película, se aclara en el comienzo, está inspirada en hechos reales.

«Me parece importante que tomemos al Festival, además de un lugar de encuentro, disfrute y entretenimiento, como un espacio de reflexión. Las películas nos permiten debatir sobre varios temas, cómo se hacen las producciones, cuál es su forma, cómo abordan diferentes cuestiones», comentó Eduardo Crespo, director artístico del FICER, al momento de presentar la programación.

Testimonios de quienes la vieron

Argentina, 1985 es una película que puso en agenda el juicio a las Juntas y los crímenes de lesa humanidad. Motiva el debate y genera polémicas.

“Recrea en forma fidedigna el valiente y decisivo juicio a las tres juntas militares que asolaron el país en la última dictadura. A los casi cuarenta años ininterrumpidos de democracia, es más que necesario reflexionar que el miedo inmoviliza, la indiferencia es complicidad y la razón no está en la fuerza. Además, sobre la importancia medular para una sociedad, que exista un Estado que garantice los derechos y haga cumplir las leyes mediante juicios justos”, opinó Antonio Gustavo Labriola, secretario de Hacienda del Gobierno de Entre Ríos y autor de Los libros y el cine (Editorial Dunken, 2021).

“La película es oportuna en este momento en que diversos discursos de negacionismo e intentos de relativizar esos crímenes de Estado están en auge”, compartió Lucía Tejera, abogada querellante en causas de lesa humanidad. “Es potente y esperanzadora, reconfortante e inmensamente emocionante para quienes formamos parte del período de reapertura de juicios ver y saber de las salas de cine llenas, no solo en las grandes ciudades. Porque si bien el escenario judicial sigue siendo una de las herramientas más importantes para comprender los hechos y las sentencias -en cierto sentido reparadoras para las víctimas y un principio de no repetición para la sociedad-, existen otros escenarios y el arte es uno de ellos que tiene muchísimo más alcance que una audiencia o sentencia judicial, porque funciona como amplificadora de las luchas populares. Despierta sentidos e interpela otros sentidos ya constituidos”, argumentó.

“La película disputa sentidos porque cuando se creía que todo estaba perdido conquistamos la democracia; y la democracia es la herramienta que se construye colectivamente todos los días con tamices y resistencias”, señaló Florencia Amestoy, familiar de desaparecidos, militante de derechos humanos. “Traza un puente con el presente hablando de un pasado, pero llenando salas de jóvenes que no se han acercado a la historia y, sin embargo, se han dejado emocionar con lo que busca narrar la película y eso ya es una victoria, porque el simbolismo que traen acarreado los juicios de lesa humanidad no solo se da en las salas de audiencias, sino que se busca, se encuentra, se lucha colectivamente en la calle y en los actos cotidianos donde comprendemos de dónde venimos y a dónde vamos. Vayan a verla”, invitó Amestoy.

“No sé qué verdad quisieron contar Mitre y Llinás, pero lo que sí sé es que me abrieron la puerta para contar la mía”, dijo Teresa Laborde, hija de Adriana Calvo, sobreviviente que brindó su testimonio en el juicio y que en la ficción es interpretada por Laura Paredes. “Es muy importante el tema del debate, porque la película te muestra un pedacito de lo que pasó y lo que abre es la curiosidad de saber cómo fue todo lo demás”, indicó en referencia a la lucha del pueblo en las calles y de los organismos de derechos humanos presionando para que se concrete el juicio, que había sido una promesa de campaña del entonces presidente Raúl Alfonsín. “Es muy bueno el plantel de actores y actrices que tiene. Es taquillera, está hecha para que conmueva. Tiene un guion clásico, con buenos, malos, víctimas y héroes; se ve que sirvió, porque la vio mucha gente”, concluyó.

La función de Argentina, 1985, en el marco del FICER, será este miércoles a las 20:30 en el primer piso del CPC, con entrada gratuita. Para conocer el resto de la programación: www.ficer.comar

Ficha técnica

Argentina 1985 | +13 | 2022 | 140′

Dirección: Santiago Mitre

Intérpretes: Ricardo Darín, Peter Lanzani, Alejandra Flechner, Santiago Armas, Gina Mastronicola, Norman Briski

Guion: Santiago Mitre, Mariano Llinás

Producción: La Unión de los Ríos, Kenya Films, Infinity Hill

Fotografía: Javier Juliá

Edición/Montaje: Andrés Pepe Estrada

Música: Pedro Osuna

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