María Grande al Día

Nacido en la ciudad de María Grande, provincia de Entre Ríos y su lugar en el mundo, de la que dice, no quiere irse nunca; Diego Mait, comenzó a escribir canciones a los 9 años. Inició sus estudios de guitarra a los 11 años, en su adolescencia formó parte de distintas bandas y se presentó como solista en escenarios de su zona. A partir de 2001 comienza a trabajar como docente de guitarra, profesión que ejerce hasta el día de hoy en María Grande, Sosa, Cerrito, Tabossi y Hasenkamp, de su provincia. También desde 2004 a 2009 es Profesor de Música en Escuelas de Enseñanza Primaria y Secundaria. Grabó hasta estos días 7 discos de Estudio con canciones de su autoría, Malabares (2001), Planeta Andrés (2012), Canciones de Los Pueblos (2014), Grabaciones de la lado Volumen 1 (2015), Grabaciones de al lado Volumen 2 (2016), Las Piedras Preciosas (2017), Qué te parece (2018), Es una mala costumbre (2019) y recientemente, hace 7 meses atrás, Despilfarrando ilusiones. Realizó giras por Entre Ríos y distintas provincias del país; su proyección es seguir grabando, cantando y tocando música; como bien define “seguir despilfarrando ilusiones”.

Diego llamó desde Entre Ríos, a varios kilómetros de la ciudad de Formosa Capital y contó que quería charlar sobre la música, sobre sus proyectos como artistas. Alguna vez, cuando el mundo vuelva a ser normal, quizás tengamos el placer de conocer su arte de cerca.

Mientras tanto, gracias a plataformas como Spotify o Youtube, podemos adentrarnos en el Planeta Andrés, un EP con canciones bien del rock nacional con la influencias del Salmón; o ponernos a escuchar algo de las Grabaciones de al lado Volumen 1 y 2. Diego Mait es un artista que no hace falta más que se ponga a cantar para que uno entre en contacto con la música. Letras sencillas que abordan todo, sin etiqueta. Te invitamos a conocer más de este artista del mundo que nació en Entre Ríos.

El Comercial: -¿Desde qué edad escribís?
Diego Mait: -Escribo canciones desde los 8, 9 años. A esa edad tenía ya una banda en la escuela, con mis compañeros, que ninguno sabía tocar un instrumento, pero hacíamos cosas con tarros de dulce de batata, con lo que encontráramos. Se llamaba Puro Grupo y hacíamos canciones mías.

E.C.: -¿Cuándo surge la inspiración para escribir y qué cosas te motivan a escribir?
D.M.: -Siempre tengo el gusto de estar escribiendo. Lo tomo como algo natural, sé que en algún momento voy a estar escribiendo. Lo mismo me sucede con el hecho de grabar o hacer un disco. Nunca lo pienso como una imposición, como algo que diga “uy tengo que escribir”. Y le escribo a cualquier cosa. Lo bueno es eso, nunca sé sobre lo que voy a escribir. Es una magia que tiene la composición.

E.C.: -Hablemos sobre las influencias de Calamaro…
D.M.: -Se notan y no me siento raro que me lo digan. Y tampoco es algo que me he querido sacar de encima. Pero considero que así como la influencia de Calamaro, tengo otras más, porque he escuchado y crecido con artistas como Vox Dei, Lito Nebia, Charly García; bueno pero a Andrés Calamaro lo tengo como un gran maestro. Es una persona que ha hecho de todo con lo que tenía a mano. Me considero un seguidor de su carrera.

E.C.: -¿Y tu estilo, si tuvieras que definirlo?
D.M.: -Mi estilo es de un músico de rock, pro como dice una de mis canciones: “Soy un militante del rock nacional pero no me metas en un molde que no soy un flan”. Es decir, no me encasillo, escucho todo, y trato de incluir entre mis canciones un poco de todo; como la chamarrita –un ritmo bien nuestro-, la cumbia, algo de electrónica.

E.C.: -Como compositor, ¿qué viene primero, la letra o la música?
D.M.: -Yo escribo música y letra desde el primer momento, hasta los arreglos musicales están por ahí antes que la letra a veces. De hecho, en una de mis canciones, digo “Cargado de canciones vuelvo de vacaciones, aunque no las escribí, en mi cabeza están, frases de paisajes, que vi en el camino, botellas de vino que en esos días tomé”; eso lo resume todo. Siempre sé que en algún momento va a suceder, y voy a escribir.

E.C.: -Hablemos de tus discos…
D.M.: -Bueno, Malabares, fue grabado con una banda que tenía ese nombre, lo grabamos en 2001. Fue para una producción del Canal 13 de Buenos Aires. Planeta Andrés, lo hicimos en producción con un músico de Buenos Aires, Pablo Azzaroni con quien nos entendimos de una manera espectacular, y tanto así, que hasta el día de hoy no nos conocimos personalmente. Ese disco estuvo grabado así, a distancia. Grabaciones de al lado Volumen 1, es un disco grabado enteramente por mí, llegué en 2015. Entre 2015-2016 salen Canción de Los Pueblos; y llegamos en 2016 con Grabaciones de al lado Volumen 2, también grabado íntegramente por mí. En 2017, otro disco llamado Las Piedras Preciosas. En 2018, grabo Qué te parece. Luego sale Es una mala costumbre, y el más reciente, Despilfarrando ilusiones (tenía que salir en 2020) pero por cuestiones de la pandemia y demás; no se pudo.
E.C.: -Hablaste de la pandemia, ¿cómo te afectó si es que te ha afectado realmente?
D.M.: -En cuanto a la educación, como docente seguí trabajando igual. Me cansó mucho por el tema de trabajar con las plataformas virtuales, pero bien. Y como músico estuve haciendo algunos streamings; haciendo colaboraciones. De afectarme, digamos que afectó pero la fuimos llevando.

E.C.: -¿Conocés a los nuevos artistas de lo que se denomina música urbana, Paulo Londra, Nathy Pelusso, Dukki, entre otros?
D.M.: -A Paulo Londra lo tengo escuchado, más o menos lo identifico pero al resto no. A lo mejor los habré escuchado alguna vez, sé que hay radios que tienen una programación específica de este tipo de canciones. Yo personalmente no lo consumo, pero sé que son artistas que por ahí no graban discos sino que hacen canciones y las trabajan muy especialmente para explotarlas comercialmente. Como dice Calamaro, nunca podemos quejarnos de que haya música. La música, creo que se sigue apreciando, sigue dándole gusto a las personas. Las letras se siguen interpretando, analizando. Lo que sí, es que hay otra música que está escuchándose.

E.C.: -Por ejemplo el raggeaton…
D.M.: -Bueno, del raggaeton no he escuchado mucho, casi nada. No estoy en contra ni de ningún estilo musical. Si se puede hacer comparación, podemos decir que hay gente se viste de traje, otros con ropa deportiva; cada uno tiene su estilo y su gusto. Pasa igual con la música. El reggaetón está instalado de manera fuerte. Tenemos que tenerlo como un estilo musical más.

E.C.: -Has recorrido seguramente tu provincia, ¿qué otros sitios conociste gracias a tu arte?
D.M.: -He recorrido todo Entre Ríos, Santa Fe, Corrientes, lugares de la provincia de Buenos Aires, y conocí Capital Federal grabando. Fue en el 97 para grabar un disco con una banda. Conocí a mucha gente en verdad más que lugares propiamente dichos.

E.C.: -Hablemos de tus proyecciones. ¿Cómo se ve Diego Mait de acá al futuro?
D.M.: -Bueno la idea es seguir haciendo música, tratar de volver a tocar como antes de la pandemia. Que salíamos a tocar todos los fines de semana. Seguir dando clases, estar grabando, escribiendo; ver toda nuestra forma de vivir como una tarea natural; llevar una vida artística de la forma más natural posible. Seguir viviendo en María Grande, mi lugar. Dentro de mis proyecciones quiero seguir haciendo como se titula mi último disco, “Despilfarrando ilusiones”.

Diego llamó desde Entre Ríos, a varios kilómetros de la ciudad de Formosa Capital y contó que quería charlar sobre la música, sobre sus proyectos como artistas. Alguna vez, cuando el mundo vuelva a ser normal, quizás tengamos el placer de conocer su arte de cerca.

Mientras tanto, gracias a plataformas como Spotify o Youtube, podemos adentrarnos en el Planeta Andrés, un EP con canciones bien del rock nacional con la influencias del Salmón; o ponernos a escuchar algo de las Grabaciones de al lado Volumen 1 y 2. Diego Mait es un artista que no hace falta más que se ponga a cantar para que uno entre en contacto con la música. Letras sencillas que abordan todo, sin etiqueta. Te invitamos a conocer más de este artista del mundo que nació en Entre Ríos.

El Comercial: -¿Desde qué edad escribís?
Diego Mait: -Escribo canciones desde los 8, 9 años. A esa edad tenía ya una banda en la escuela, con mis compañeros, que ninguno sabía tocar un instrumento, pero hacíamos cosas con tarros de dulce de batata, con lo que encontráramos. Se llamaba Puro Grupo y hacíamos canciones mías.

E.C.: -¿Cuándo surge la inspiración para escribir y qué cosas te motivan a escribir?
D.M.: -Siempre tengo el gusto de estar escribiendo. Lo tomo como algo natural, sé que en algún momento voy a estar escribiendo. Lo mismo me sucede con el hecho de grabar o hacer un disco. Nunca lo pienso como una imposición, como algo que diga “uy tengo que escribir”. Y le escribo a cualquier cosa. Lo bueno es eso, nunca sé sobre lo que voy a escribir. Es una magia que tiene la composición.

E.C.: -Hablemos sobre las influencias de Calamaro…
D.M.: -Se notan y no me siento raro que me lo digan. Y tampoco es algo que me he querido sacar de encima. Pero considero que así como la influencia de Calamaro, tengo otras más, porque he escuchado y crecido con artistas como Vox Dei, Lito Nebia, Charly García; bueno pero a Andrés Calamaro lo tengo como un gran maestro. Es una persona que ha hecho de todo con lo que tenía a mano. Me considero un seguidor de su carrera.

E.C.: -¿Y tu estilo, si tuvieras que definirlo?
D.M.: -Mi estilo es de un músico de rock, pro como dice una de mis canciones: “Soy un militante del rock nacional pero no me metas en un molde que no soy un flan”. Es decir, no me encasillo, escucho todo, y trato de incluir entre mis canciones un poco de todo; como la chamarrita –un ritmo bien nuestro-, la cumbia, algo de electrónica.

E.C.: -Como compositor, ¿qué viene primero, la letra o la música?
D.M.: -Yo escribo música y letra desde el primer momento, hasta los arreglos musicales están por ahí antes que la letra a veces. De hecho, en una de mis canciones, digo “Cargado de canciones vuelvo de vacaciones, aunque no las escribí, en mi cabeza están, frases de paisajes, que vi en el camino, botellas de vino que en esos días tomé”; eso lo resume todo. Siempre sé que en algún momento va a suceder, y voy a escribir.

E.C.: -Hablemos de tus discos…
D.M.: -Bueno, Malabares, fue grabado con una banda que tenía ese nombre, lo grabamos en 2001. Fue para una producción del Canal 13 de Buenos Aires. Planeta Andrés, lo hicimos en producción con un músico de Buenos Aires, Pablo Azzaroni con quien nos entendimos de una manera espectacular, y tanto así, que hasta el día de hoy no nos conocimos personalmente. Ese disco estuvo grabado así, a distancia. Grabaciones de al lado Volumen 1, es un disco grabado enteramente por mí, llegué en 2015. Entre 2015-2016 salen Canción de Los Pueblos; y llegamos en 2016 con Grabaciones de al lado Volumen 2, también grabado íntegramente por mí. En 2017, otro disco llamado Las Piedras Preciosas. En 2018, grabo Qué te parece. Luego sale Es una mala costumbre, y el más reciente, Despilfarrando ilusiones (tenía que salir en 2020) pero por cuestiones de la pandemia y demás; no se pudo.
E.C.: -Hablaste de la pandemia, ¿cómo te afectó si es que te ha afectado realmente?
D.M.: -En cuanto a la educación, como docente seguí trabajando igual. Me cansó mucho por el tema de trabajar con las plataformas virtuales, pero bien. Y como músico estuve haciendo algunos streamings; haciendo colaboraciones. De afectarme, digamos que afectó pero la fuimos llevando.

E.C.: -¿Conocés a los nuevos artistas de lo que se denomina música urbana, Paulo Londra, Nathy Pelusso, Dukki, entre otros?
D.M.: -A Paulo Londra lo tengo escuchado, más o menos lo identifico pero al resto no. A lo mejor los habré escuchado alguna vez, sé que hay radios que tienen una programación específica de este tipo de canciones. Yo personalmente no lo consumo, pero sé que son artistas que por ahí no graban discos sino que hacen canciones y las trabajan muy especialmente para explotarlas comercialmente. Como dice Calamaro, nunca podemos quejarnos de que haya música. La música, creo que se sigue apreciando, sigue dándole gusto a las personas. Las letras se siguen interpretando, analizando. Lo que sí, es que hay otra música que está escuchándose.

E.C.: -Por ejemplo el raggeaton…
D.M.: -Bueno, del raggaeton no he escuchado mucho, casi nada. No estoy en contra ni de ningún estilo musical. Si se puede hacer comparación, podemos decir que hay gente se viste de traje, otros con ropa deportiva; cada uno tiene su estilo y su gusto. Pasa igual con la música. El reggaetón está instalado de manera fuerte. Tenemos que tenerlo como un estilo musical más.

E.C.: -Has recorrido seguramente tu provincia, ¿qué otros sitios conociste gracias a tu arte?
D.M.: -He recorrido todo Entre Ríos, Santa Fe, Corrientes, lugares de la provincia de Buenos Aires, y conocí Capital Federal grabando. Fue en el 97 para grabar un disco con una banda. Conocí a mucha gente en verdad más que lugares propiamente dichos.

E.C.: -Hablemos de tus proyecciones. ¿Cómo se ve Diego Mait de acá al futuro?
D.M.: -Bueno la idea es seguir haciendo música, tratar de volver a tocar como antes de la pandemia. Que salíamos a tocar todos los fines de semana. Seguir dando clases, estar grabando, escribiendo; ver toda nuestra forma de vivir como una tarea natural; llevar una vida artística de la forma más natural posible. Seguir viviendo en María Grande, mi lugar. Dentro de mis proyecciones quiero seguir haciendo como se titula mi último disco, “Despilfarrando ilusiones”.

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