María Grande al Día

El espacio público de poco más 6 has.  Ubicado sobre calle Sargento Cabral, fue pensado como un parque fitosanitario en la gestión de Héctor Moine en el municipio local. Años después, el entonces Intendente Lara lo reinauguró como Reserva Natural, dotándolo de algunos bancos y otros elementos que lo hacían propicio para visitarlo durante el día, además de limpiar el pequeño lago que se encuentra en el predio. Esto, con el paso del tiempo se fue deteriorando, no tuvo la atención que el lugar requería, aunque en sus proximidades se afincaron 80 familias, y un tiempo más adelante, varias más.

Pero vale decir que el lugar fue perdiendo la esencia con la que fue proyectado, transformándose en un lugar más visitado en horarios nocturnos que diurnos. Ante esta situación, y queja de algunos vecinos mediante, es que desde la actual gestión municipal se decidió encarar la iluminación del predio, por lo que ya dejaría de ser una «Reserva Natural», para transformarse en un espacio público de recreación, que poco tiene que ver para lo que fue pensado originalmente. Y esto no está mal, simplemente es adaptarse a las transformaciones que se dan en una ciudad que se expande, y «toma» lugares que alguna vez fueron de la naturaleza.