María Grande al Día

En una fecha como la de hoy, otras veces hemos dicho que recordar el Día del Militante es una tarea indispensable, y que puede hacerse desde varios abordajes, en referencia al hecho histórico, al regreso un 17 de noviembre, tras  casi 18 años de exilio, de Juan Domingo Perón que volvía a la Argentina. Esta fecha que nos conmueve también nos interpela, pero no como recuerdo sino como situación para interpretar la actualidad.

Por eso creo que este momento debe ser de reflexión sobre la responsabilidad que tenemos quienes aspiramos a ser dignamente militantes de una causa noble, valiosa y gigante como es el peronismo.

Hace algunos años, un poco desconcertados tal vez, veíamos como un gobierno de corte neoliberal y fuertemente excluyente, sometía al pueblo argentino que le había dado sus votos.

Hoy las cosas han cambiado y nos encontramos otra vez los peronistas, junto a millones de argentinos que comparten nuestra visión, a las puertas de un nuevo gobierno que sea capaz de restaurar derechos, de desterrar el hambre, de poner por delante la argentina productiva y del trabajo, y sobre todo de devolvernos la dignidad de ser argentinos.

Ante este desafío la responsabilidad de cada uno de los que nos sentimos militantes es enorme. El compromiso con el momento histórico requiere de objetivos claros y de despojo personal en función de los intereses de los que menos tienen.

Parece fácil decirlo, aunque llevarlo a la práctica pondrá a prueba nuestras convicciones.

No estamos hablando en abstracto. Aquí nomás, en países hermanos como Bolivia, los sectores autoritarios y las elites económicas no dudan en usar las armas del pueblo para atacar a sus conciudadanos. No dudan en sacar el ejército a la calle y utilizar la religión como una herramienta de sometimiento y desconocer la voluntad soberana.

No podemos ser ingenuos, ni tampoco indiferentes. Hoy la militancia también es el esclarecimiento del vecino, del amigo, sobre lo que sucede en nuestra región y en el contexto en que se dará un nuevo gobierno.

El desafío militante por supuesto que también pasa por tenderle la mano al que menos tiene. Nuestro Presidente electo Alberto Fernández anunció en las últimas horas un plan contra el hambre y la pobreza que tiene muchos elementos comunes con las politicas de nuestro gobierno provincial que intentó contrarrestar las políticas sociales llevadas adelante durante los cuatro años de macrismo. Mantener y mejorar aquellas políticas también es un compromiso militante, como lo son la de mejorar la salud, la ampliar de ampliar la educación y las de generar trabajo.

Puede sonar a una verdad que resulta tan sabia como conocida y obviamente innecesaria decirla, pero debemos recordar que el compromiso militante no es con los dirigentes, es con las ideas y con nuestro pueblo, porque hoy tenemos un gran desafío por delante y no hay excusas que valgan.

Deseo que en el día del militante tengamos un día de reflexión, que nos permita mejorar en la acción porque es lo que los argentinos esperanzados aguardan.