María Grande al Día

Los miembros del Hogar Ternura de la ciudad de María Grande, queremos informar a toda la comunidad para que tome conocimiento, que a un mes aproximadamente de la ejecución de la Ordenanza N° 743/ 16, su implementación ha aparejado todas las consecuencias negativas que temíamos podrían producirse. Hasta la fecha, han ingresado al Hogar aproximadamente 40 animales, los cuales muchos fueron retirados de hogares que no quisieron seguir teniéndolos y encontraron en la implementación de la misma una forma prolija de quitárselos de encima. Esto, haciendo un claro incumplimiento a la misma Ordenanza, la cual manifiesta que solo se recogerían animales sueltos en la vía pública, y más aún, de todos estos animales, que hasta la implementación de la misma tenían dueño, no se ha generado ninguna multa por los gastos de manutención y por el cuidado que el animal necesita. Queremos que toda la sociedad visite el lugar que dispuso el Municipio para que sean alojado los animales que son retirados de los hogares, y que ellos mismos se den cuenta que no existe como dice la Ordenanza las condiciones adecuadas de espacio, salubridad y seguridad. Los espacios son reducidos para el número de animales que existe. Hay una población actual de más de 80 animales. Se cuenta con un cuidador los días de semana, pero si este grupo no se presenta los fines de semana, los animales no tienen ni agua ni comida. No se puede realizar ningún trabajo que no sea con luz solar, porque no se cuenta con electricidad, esto sin contar que la perrera está ubicada en el medio de las cloacas y el basural. Si un animal se enferma, y nosotros no lo detectamos, ese animal se muere, porque tampoco se cumple lo que dice la Ordenanza de contar con guardias veterinarias pasivas para atención de las mascotas que sean rescatadas y/o no cuenten con tenedores registrados. En definitiva, no existen las condiciones, y la implementación de la Ordenanza demuestra a diario que ha sido a la ligera y sin medir consecuencias. Queremos contarles que esta política de sacar de la calle a los animales, trajo como resultado uno de nuestros mayores temores; días atrás, al llegar al hogar un grupo de nosotros encontramos un animal completamente destrozado por otro que había sido ingresado ese día, y había dañado otros. No queremos acostumbrarnos a esto. Sabemos que a medida que ingresen más animales, las muertes se multiplicaran. Estamos en conocimiento que ingresaran en estos días otros 20 animales más. Seguimos insistiendo que la práctica de depositar animales sin medir sus efectos no es la más adecuada. El Municipio debería utilizar el dinero en Políticas de Concientización sobre Tenencia Responsable y en Programas de Castración, no en seguir construyendo caniles. No estamos en desacuerdo con la Ordenanza, pero si en su ejecución, la cual ha sido precipitada y sin medir consecuencias. Vecinos, los invitamos a que se tomen unos minutos del día, se acerquen al Hogar y realicen sus propias conclusiones