María Grande al Día

A pocos días de su llegada de las Sordo – Olimpiadas de Turquia, y de conseguir un histórico quinto puesto, Diego Galanti decidió dejar de jugar para la Selección Argentina de Basquet de Sordos, pero seguirá siendo un «Topo»: colgó la camiseta y se pondrá el buso del cuerpo técnico.

En su regreso a su ciudad natal, María Grande al Día entrevistó a «Diegote», que contó sus sensaciones de jugar con «Los Topos».

Tú carrera con Los Topos: “Comencé en noviembre del 2010.  Llegue por medio de un amigo que conocía a Gastón Butteler, Presidente de la Federación Argentina de Basquet de Sordos.  Él le comentó que en María Grande tenía un amigo sordo y que juega al básquet en Atlético María Grande. Le dio mi facebook y después Butteler se contactó conmigo. ‘Vamos, vamos’  me decía. Como yo amo el básquet me fui a Córdoba, donde está la sede de la FABS, me probaron y de entonces no deje más el grupo de la selección”.

¿Cómo fueron esas primeras prácticas? “Los primeros partidos y prácticas fueron en Buenos Aires, Paraná y Córdoba. En cada partido íbamos avanzando y aprendiendo a entendernos. Yo siempre había jugado con oyentes en Atlético y jugar en un equipo de sordo fue diferente, pero sentía que había encontrado mi lugar”.

Tú primer torneo: “Mi primera participación con la selección fue en el 2012, en los Juegos Panamericanos en Santos, Brasil. Ahí ganamos la medalla de bronce. Fue una alegría enorme que sintió todo el grupo.  Nuestros corazones parecían que iban a explotar cuando levantaban la bandera Argentina. Fue un momento de mucha emoción”.

¿Qué fue lo mejor que te paso con la selección? “Lo mejor fue conocer personas maravillosas y poder compartir experiencias con ellas. En cuanto a lo deportivo me marcó mucho el mundial de Taiwán en el 2015, donde salimos sextos compitiendo contra equipos profesionales como por ejemplo: Lituania, Ucrania, Grecia, Corea. También el Pre-Olímpico en Estados Unidos, donde ganamos medalla de Plata. A pesar de haber ido con muchos problemas económicos, cuando llegamos nos enfocamos en el torneo. Dejamos el alma por nuestra camiseta en cada partido. Traer la medalla de plata fue como un desahogo por tanta preocupación, porque hasta último momento no sabíamos si podíamos viajar”.

¿Por qué te retiraste? “En unos días voy a cumplir 40 años y hay muchos chicos jóvenes que merecen su oportunidad, por eso decidí dar un paso al costado. Pero voy a seguir ligado a ‘Los Topos’ porque voy a integrar el cuerpo técnico”.

¿Cómo fue la preparación para los juegos olímpicos? “Nos preparamos con mucho sacrificio y responsabilidad. La mayoría trabaja y no disponemos de mucho tiempo, pero siempre estuvimos predispuestos para tener hacer una buena actuación. Todos los seleccionados son rentados, pero nosotros además de jugar y entrenar, tenemos que hacer beneficios para juntar dinero para costear los viajes”.

Falta de apoyo: “Siempre nos costó mucho cubrir los gastos debido a la falta de apoyo de los gobiernos, tanto nacional como provincial. Pensamos que esta vez iba a ser más fácil porque el Gobierno Nacional  se hizo cargo de los 12 jugadores que iban a viajar. Faltaba cubrir solo 5 plazas que eran cuerpo técnico y autoridades.  Se les envió nota a todos los municipios de los chicos participantes pero lamentablemente nadie aporto nada y en mi caso ni siquiera contestaron las notas. Por este motivo viajamos 10 jugadores en lugar de 12, el Técnico y Kinesiólogo, solamente. De haber ido el plantel completo, creo que otra hubiera sido la historia. Yo siempre conté con el acompañamiento para estas situaciones de Federico Mastaglia que me ha gestionó la Beca Deportiva, que es para mí una gran ayuda y por supuesto mi  familia ya que todos colaboran para poder cumplir con mis objetivos como así también del Club Atlético María  Grande que me facilitó el espacio donde diariamente practico”.

¿Qué significa representar a tu país? “Es un gran un orgullo y me siento muy feliz de poder representar a mi país. Siento mucha responsabilidad. Representar  al país no es poca cosa.

¿Qué es ser un Topo?” No encuentro muchas palabras para explicarlo. Se lleva en el corazón y en la cabeza”.

El recibimiento en María Grande: “El trato con la gente es muy lindo. Nos sentimos muy acompañados por nuestras familias, amistades y muy especialmente en mi caso por los chicos y personal de la Escuela Especial donde trabajo. Cuando regresé a  María Grande, a pesar del frío, estaban todos los chicos de la escuela esperándome frente al reloj municipal con carteles de bienvenida y una batucada dirigida por mi amigo ‘Chito’ Ronchi. Fue hermoso y emocionante”.

Luego de sus actuaciones ¿Los chicos con hipoacusia tienen más inclusión en los deportes? “El deporte para sordos a evolucionado gracias al esfuerzo de las Asociaciones de Sordos, que se preocupan por la participación en distintos eventos. Pero la inclusión es una palabra que se reclama a cada rato, y que lamentablemente creo que falta mucho aun para sentirnos incluidos”.